En el corazón de la NBA, algunos jugadores dejan una huella indeleble, no sólo por su talento, sino también por el número que llevan. Entre ellos, el número 10 ocupa un lugar preferente, simbolizando la excelencia, la perseverancia y el impacto sobre la pista.
Este artículo destaca las excepcionales carreras de los jugadores que han llevado este número, cada uno de los cuales ha contribuido de manera significativa a la historia del baloncesto a su manera.
1. Walt Frazier
Considerado una de las leyendas de la NBA, Walt Frazier dejó huella en su época. Con el dorsal número 10, brilló con luz propia en la cancha. Jugó principalmente para los New York Knicks. Su carrera se desarrolló entre 1967 y 1980.
Frazier también condujo a su equipo a dos títulos de liga, en 1970 y 1973. Sus actuaciones defensivas eran excepcionales. Era conocido por sus robos de balón y sus contraataques. Su estilo de juego ofensivo era igualmente impresionante. Frazier destacaba en el pase, el disparo y la penetración.
Al mismo tiempo, fue seleccionado siete veces para el Partido de las Estrellas de la NBA. Su presencia en la cancha era ineludible. Frazier también recibió honores en defensa, formando parte del All-Defensive First Team en varias ocasiones.
Su contribución no se limitó a la cancha. Frazier también dejó su impronta en la NBA con su estilo único. Conocido por su sentido de la moda, era una figura emblemática fuera de la cancha.
Finalmente, su legado perdura. Es miembro del Salón de la Fama desde 1987. Walt Frazier sigue siendo una fuente de inspiración para muchos jugadores. Su carrera es una ilustración perfecta de la excelencia en el mundo del baloncesto.
2. Maurice Cheeks
Figura emblemática de la NBA, Maurice Cheeks brilló bajo el dorsal número 10. Su juego se distinguía por su inteligencia y visión de juego. Jugó principalmente en los Philadelphia 76ers. Su carrera, que abarcó de 1978 a 1993, fue notable.
Cheeks también desempeñó un papel clave en la conquista del campeonato de la NBA por los 76ers en 1983. Su dominio del juego era palpable, sobre todo en defensa. Destacaba en los robos, situándose regularmente entre los mejores de la liga.
Además, su talento no se limitaba a la defensa. Cheeks también era famoso por sus asistencias. En varias ocasiones, fue uno de los líderes de la NBA en asistencias. Su capacidad para dirigir el juego y crear oportunidades para sus compañeros era innegable.
Maurice Cheeks también ha sido seleccionado cuatro veces para el Partido de las Estrellas. Estas selecciones dan fe de su impacto y respeto dentro de la liga. Era un creador de juego por excelencia, con un agudo sentido del baloncesto.
Su influencia va más allá de las estadísticas. Cheeks es famoso por su juego limpio y su liderazgo. Su actitud dentro y fuera del campo inspiraba tanto a sus compañeros como a los rivales.
Hoy, su legado sigue vivo. Incluido en el Salón de la Fama en 2018, Maurice Cheeks sigue siendo un referente. Su carrera ilustra la combinación perfecta de talento, espíritu de equipo e integridad.
3. Louie Dampier
Icono del baloncesto, Louie Dampier destacó por su habilidad en el tiro. Destacó con el dorsal número 10, principalmente con los Kentucky Colonels de la ABA. Su carrera profesional abarcó de 1967 a 1979 y se caracterizó por una notable precisión desde detrás de la línea de tres puntos.
Por otra parte, Dampier fue un pilar de su equipo, al que ayudó a ganar el título de la ABA en 1975. Su talento no se limitaba a su capacidad anotadora. También era famoso por su visión de juego y sus pases decisivos, desempeñando un papel crucial como base.
Además, este atleta era famoso por su durabilidad, ya que rara vez faltaba a una cancha. Estableció récords impresionantes, sobre todo de partidos jugados y triples anotados, en la historia de la ABA.
De hecho, Louie Dampier ha sido galardonado con varias selecciones en el All-Star Game de la ABA, lo que da fe de su influencia y popularidad tanto entre los aficionados como entre los profesionales del baloncesto.
Su contribución al baloncesto va más allá de sus actuaciones individuales. Ha dejado una huella indeleble en la historia de la ABA, contribuyendo a su prestigio e integración en la memoria colectiva del deporte.
Por último, su ingreso en el Naismith Memorial Basketball Hall of Fame en 2015 reconoce su destacada contribución al baloncesto. Su carrera inspira a muchos jugadores, ya que simboliza la excelencia y la perseverancia en este deporte.
4. Joe Fulks
Pionero del baloncesto profesional, Joe Fulks revolucionó el juego ofensivo. Su carrera, principalmente con los Philadelphia Warriors, duró de 1946 a 1954. Era conocido por su potente tiro y su capacidad para anotar desde cualquier punto de la cancha.
Desde el principio, Fulks estableció récords de anotación, algunos de los cuales se mantuvieron durante décadas. Su estilo de juego era vanguardista, presagiando la era moderna del baloncesto. Anotó 63 puntos en un partido, una proeza para la época.
Además, su presencia en la cancha era sinónimo de liderazgo y determinación. Joe Fulks llevó a los Warriors a la victoria en el primer campeonato de la BAA, precursora de la NBA, en 1947.
Además de sus hazañas en los partidos, fue seleccionado para el primer Partido de las Estrellas de la NBA en 1951, prueba de su talento reconocido por sus compañeros. Su capacidad para adaptarse y destacar en un deporte cambiante dejó una huella imborrable.
Su influencia va más allá de los récords y los títulos. Fulks allanó el camino a generaciones de jugadores ofensivos, sentando las bases del baloncesto moderno. Su ingreso en el Salón de la Fama en 1978 es testimonio de su impacto duradero en este deporte.
5. Dennis Rodman
Uno de los jugadores más atípicos de la NBA, Dennis Rodman destacó por su defensa y su capacidad reboteadora. Jugó profesionalmente de 1986 a 2000, dejando su huella en varios equipos, entre ellos los Detroit Pistons y los Chicago Bulls.
Desde el principio, Rodman causó sensación con su intensidad en la cancha. Fue recompensado con dos premios al Jugador Defensivo del Año. Su capacidad para capturar rebotes era inigualable, dominando las estadísticas de la NBA en varias ocasiones.
También desempeñó un papel clave en el éxito del equipo. Rodman contribuyó a cinco campeonatos de la NBA, tres de ellos con Chicago. Su presencia era decisiva en los momentos cruciales, influyendo en el juego sin necesidad de anotar.
Al mismo tiempo, su estilo extravagante y sus antecedentes fuera del campo captaron la atención del público. Rodman era tan famoso por su personalidad como por sus logros deportivos. Sus tintes de pelo y sus tatuajes eran su seña de identidad.
6. Jo Jo White
Jo Jo White era un maestro en la pista y destacaba como director de juego. Su carrera en la NBA, de 1969 a 1981, transcurrió principalmente en los Boston Celtics. Era famoso por su resistencia y fiabilidad en los partidos.
Desde el principio, White se distinguió por su capacidad para liderar el ataque. Desempeñó un papel clave en el éxito de los Celtics, que ganaron dos títulos de la NBA en la década de 1970.
Su excepcional actuación en las Finales de la NBA de 1976 sigue siendo memorable. White fue nombrado MVP de las finales en reconocimiento a su decisivo impacto. Su capacidad para anotar bajo presión era notable.
Además de sus hazañas sobre el terreno de juego, White representó a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 1968, ganando la medalla de oro. Esta victoria puso de manifiesto su versatilidad y su excepcional talento.
Más allá de sus cualidades atléticas, White era apreciado por su liderazgo y su ética de trabajo. Su compromiso con el juego y con su equipo inspiraba respeto y admiración.
Su legado perdura, con su ingreso en el Salón de la Fama del Baloncesto en 2015. White hizo historia no solo con los Celtics, sino también con la NBA, dejando una huella imborrable de su gracia en la cancha.
7. DeMar DeRozan
DeMar DeRozan es una estrella del baloncesto que brilla con los Chicago Bulls. Su carrera, que comenzó en 2009 con los Toronto Raptors, es testigo de su constante evolución. Conocido por su juego ofensivo, destaca en los tiros de media distancia.
DeRozan se ganó rápidamente el respeto de la liga, gracias a su esfuerzo y dedicación. Su paso por los Raptors y luego por los San Antonio Spurs cimentó su reputación de líder fiable.
Sus actuaciones le han valido varias selecciones para el Partido de las Estrellas, lo que subraya su impacto tanto dentro como fuera de la cancha. DeRozan también destaca por su capacidad para crear oportunidades para sus compañeros, demostrando una visión de juego excepcional.
Su compromiso con la salud mental también ha dejado huella. Ha hablado abiertamente de sus propias luchas, convirtiéndose en un defensor de esta causa en el deporte profesional.
DeRozan sigue impresionando a los Bulls con su anotación y liderazgo. Su rápida adaptación e integración en el equipo son prueba de su versatilidad y experiencia.